Introducción
En esta semana de septiembre comienzan los niños el cole, la mayoría estamos ya trabajando o a punto de empezar, hemos disfrutado del verano, a pesar del calor y de la desorganización de horarios. Te sientes hinchado, plomizo y harto de tantos excesos y de repente se enciende una lucecita, que habitualmente también se enciende después de las navidades, que nos dice que hay que ponerse a dieta inmediatamente y apuntarse al gimnasio.
¿Te ha pasado alguna vez? ¿Te ha costado mucho empezar?, y lo más importante ¿cuánto tiempo has aguantado?
La experiencia de muchos años me ha demostrado que como dice el dicho somos de “arrancada de caballo y parada de burro”. Ponemos nuestras mejores intenciones, pero cuando llegan las navidades se nos olvida el asunto, para retomarlo de nuevo el 7 de enero. Así se pasan los años, una dieta detrás de otra, con desidia y sin plantearse hacer algo a largo plazo, pero claro, ¿quién quiere sacrificarse durante muchos años?
Yo no sé si para ti que estás leyendo este artículo, es septiembre o enero ese momento de quitarte los kilos de más, de preocuparte después de los excesos del verano o de las navidades, pero lo cierto es que suele ser el pistoletazo de salida para que reaccionen muchas personas y para poner en marcha la maquinaria económica y empresarial del mundo de las dietas.
Cuando hablamos de dieta pensamos en aquel proceso que nos llevará a la pérdida de un determinado número de kilos, pasando más o menos hambre y casi siempre, en un espacio determinado de tiempo, cuanto menos mejor, ¿verdad?
A nadie le interesa hacer dieta durante muchos años. Si has tenido una ganancia ponderal de 15 kilos en 8 años, nunca en la vida se te ocurriría perderlos en el mismo tiempo que los has ganado, ¿me equivoco?
¡Qué pereza tan grande plantearse el reto de hacer una dieta de 8 años!
Pues en realidad sí deberíamos plantearnos los procesos de pérdida de peso a largo plazo, pero la tendencia es a escoger dietas rápidas y estrambóticas que nos liberen en poco tiempo de una carga de años.
Por qué deberías dejar de hacer dietas
Parece mentira, con lo que ha avanzado todo, que todavía haya un porcentaje tan elevado de gente que se lance a hacer dietas de la más diversa índole (más o menos saludables y algunas incluso, peligrosas), en vez de, de una vez por todas, aprender unos hábitos saludables y de por vida que nos lleven a conseguir un peso saludable y una mejor salud.
Sin necesidad de hacer barbaridades, de eliminar alimentos, de hacer combinaciones alimentarias imposibles, de tomar productos y pastillas adelgazantes, suplementos (que ya encontramos en los alimentos, por cierto), ayunos terroríficos, vamos, toda una serie de medidas que son insostenibles en el tiempo y sobre todo perjudiciales física y psicológicamente.
Ya es hora de ser conscientes de nuestra actitud. Es importante mantener durante todo el año unos hábitos a nivel alimentario y deportivo que nos ayuden a encontrar poco a poco el equilibrio en nuestro organismo, a nivel físico, psíquico y anímico.
No es tan difícil pero, ¿por qué nos lo parece? Sencillamente, porque intentamos hacer dietas que son muy diferentes a nuestra manera de comer. Pasamos de comer variedad de alimentos a hacer grandes restricciones de algunos alimentos o de grupos de ellos. Pasamos del más absoluto sedentarismo, a obligarnos a hacer deportes que no nos gustan. En consecuencia, siempre acabamos abandonando.
Yo os recomiendo vivamente que os olvidéis de hacer dieta, ¡ya está bien!
Cambia tus malos hábitos por buenos hábitos, no tengas prisa en llegar a un peso determinado, come con moderación, no hagas excesos, disfruta de tu alimentación, actívate, haz un deporte que te guste, seguro que existe el que mejor se adapte a ti y ante todo, no estés pendiente del peso.
Una alimentación equilibrada y moderada con una actividad física adecuada te llevará con el tiempo a tu peso saludable. Piensa más en estar sano y sentirte de maravilla, eso te rebajará la tensión del peso ideal.
¿Todavía quieres hacer dieta?
Si aún así quieres hacer una dieta un determinado tiempo, no escojas las que te imponen un montón de restricciones, ni las que te suplementan la dieta con productos o las que sólo te dejan comer de un grupo de alimentos. Sospecha siempre de ellas. Hay muchas empresas y marcas que se enriquecen por nuestra desesperación.
Elije con cabeza, hay mucha oferta y sinceramente, nos dejamos llevar demasiado por lo bien que le ha ido a mi amiga, a mi primo o a una del gimnasio. No todos funcionamos igual, cada persona tiene un tipo de vida, de trabajo, de alimentación, de genética, de entorno… y lo que hay que hacer es adaptar nuestras rutinas alimentarias y deportivas a esos factores que son tan variables de unas personas a otras.
Olvídate de hacer dieta, aprende buenos hábitos alimentarios y deportivos y te aseguro que tu calidad de vida cambiará a mejor.
Mi nombre es MªÁngeles Cano Villalba, pero llámame Geles. Soy Dietista-nutricionista y cocinera aficionada. En Natural Castelló voy a ayudarte a cuidar tu alimentación y tu salud.