Introducción
Los probióticos son microorganismos, bacterias vivas que cuando se comen en cantidad suficiente, ayudan a mejorar el equilibrio en la flora intestinal, es decir tienen efectos beneficiosos para la salud.
Los puedes encontrar en todos los alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, las verduras fermentadas, el miso o el chucrut.
Los prebióticos son ingredientes fermentados que no se digieren y cuando llegan al intestino se desarrollan y tienen el efecto beneficioso. Es decir, no contienen organismos vivos, pero si favorecerán el crecimiento y bienestar de las bacterias que vienen en nuestro intestino y que ayudan a que se reproduzcan, como consecuencia se obtiene una flora intestinal sana. Por ello, es evidente que el efecto de los prebióticos es a largo plazo.
Los más representativos son la inulina y los fructoligosacáridos (FOS) y los pueden encontrar en casi todas las frutas y verduras, pero sobre todo en las más ricas en lignina que es un tipo de fibra insoluble. Alcachofas, cebolla, ajo, espárragos, puerros, plátanos, legumbres, boniatos, patatas…ya ves, son alimentos que normalmente están presentes en nuestra alimentación diaria.
¿Qué nos proporcionan estos elementos?
Piensa que el intestino es una barrera de entrada de sustancias exógenas. Solemos tener en torno al kilo de bacterias intestinales, la mayoría de ellas si la alimentación es la adecuada y por simbiosis, colonizan el intestino y evitan que colonicen las bacterias menos recomendables.
Una flora intestinal sana ayuda a tener mejores digestiones y a minimizar los problemas de gases.
Actúa de barrera protectora contra tóxicos, microorganismos nocivos y patógenos. Es un filtro intestinal.
También mejora la absorción de nutrientes.
Previene que pasen sustancias agresivas o dañinas al torrente sanguíneo, lo que ocasiona menos alergias.
Mejora cuadros con respecto a enfermedades como el Crohn, colitis…
Hay maneras de modificar esta flora bacteriana:
– Ambiente: los niños que nacen por cesárea nacen con diferente microbiota. El sencillo gesto de pasar por el canal de parto hace que traguen algo de la mucosa y hay ahí microorganismos convenientes que pueden ayudar a colonizar el intestino.
– Dieta: según la alimentación que tengamos, en el intestino crecerá una colonia u otra. Las personas que comen muchas harinas fermentables y azúcares, en su intestino será más fácil que colonicen las bacterias menos deseables como Clostridium. Y si la alimentación es más rica en fibra y en alimentos fermentables se desarrollarán bacterias mejores como los Lactobacillus.
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Están de moda las leches fermentadas, pero la mayoría con azúcar, lo que provoca la proliferación de bacterias que no interesan. En realidad un sencillo yogur natural, te produce el mismo efecto que una leche fermentada y sí, son más baratos. También es corriente ver leches enriquecidas con inulina, pero si en nuestra alimentación están presentes los tubérculos (patatas, boniatos) y cebollas, plátanos, cereales y frutas y el resto de verduras, en verdad ya estamos introduciendo alimentos prebióticos que ya contienen esas sustancias que nos interesan y que además son más económicos.
En algunas recetas te he comentado que comer patata que ha sido cocinada y después enfriada, es un alimento prebiótico, ya que el almidón de la patata se convierte en resistente y puede llegar al intestino sin ser modificado en el estómago. Ya ves, hasta una sencilla ensaladilla rusa o una ensalada de patata fresquita, son ejemplos de cómo sin saberlo estamos comiendo alimentos prebióticos.
Así que, en resumen, come a diario tubérculos, alimentos fermentados, frutas, legumbres y verduras…lo que siempre te aconsejo, y así tendrás tu flora intestinal en buenas condiciones.
Mi nombre es MªÁngeles Cano Villalba, pero llámame Geles. Soy Dietista-nutricionista y cocinera aficionada. En Natural Castelló voy a ayudarte a cuidar tu alimentación y tu salud.